Principios Educativos HFIC

Pastoral Educativa

Principios  Educativos

Por educación entendemos un proceso permanente de formación integral sobre las bases de una antropología cristiana que conduzca al encuentro con Jesucristo: camino, verdad y vida (cfr. Jn. 14, 6; Aparecida, 336);  dignidad  que eleva y ennoblece a la persona humana con deberes y derechos para la construcción de una sociedad más justa, fraterna, y solidaria, desde la perspectiva del Evangelio, utilizando metodologías integradoras de enseñanza-aprendizaje, donde los participantes del proceso mantienen un rol activo, comprometido, creativo y reflexivo. Con base en esto, sostenemos los siguientes principios:

 

1. Educamos desde la pedagogía de Jesús.- Se basa en el amor misericordioso que atiende a toda persona en su entorno y realidad concreta a través de ejemplos, parábolas, metáforas y el testimonio personal para hacer accesible el conocimiento  en orden a su fin trascendente  (cfr. CC1984, 103; CC 2008, 103).

 Cristo enseñaba con su ejemplo y doctrina.  (cfr. Mt 28, 18-20; 1C, 41)

2. Respetamos la dignidad de la persona.- Porque somos creados a imagen y semejanza de Dios, atendemos a todos en igualdad de condiciones,  sin distinción alguna, con paciencia,  dulzura, amabilidad, sencillez y cercanía (cfr. CC1963, 178; CC1970, 121).    

ganse obedecer más por el amor que por la fuerza.  (cfr. CC1923, 307).

3. Atendemos desde la individualidad y diversidad.- Aseguramos el aprendizaje de todos los estudiantes, adaptando medios y procesos pedagógicos más adecuados a las condiciones, lugares y tiempos de cada uno (cfr. GE, 1; ECUTM, 24; CC1923, 306).

Tengan suma paciencia con los estudiantes,

no vayan adelante  sin haberse antes asegurado  

que todos  hayan entendido  (cfr. CC1923, 306).

 4. Integramos fe, cultura y vida.- Armonizamos creativa e inteligentemente el Evangelio con las distintas disciplinas académicas y la realidad social, para que los estudiantes asuman su compromiso con visión cristiana (cfr. EC, 37 y 38; DREEC, 51; HDC, 414, f;). 

El saber considerado en la perspectiva de la fe,  

llega a ser sabiduría y visión de vida  (cfr. ECUTM,  14).

5. Hacemos amable la piedad.- Procuramos formar en el corazón de los alumnos el Evangelio, haciéndoles agradable y creativa  la oración y la vida de piedad, para llevarlos al encuentro con Dios vivo y a un fuerte compromiso con los demás (cfr. CC1923, 315; CC1940, 189; CC1963, 186).

 

Comunicar el Evangelio con sagaz prudencia(HDC, 414, f).

 6. Educamos con vocación.- Vivimos con generosidad y entrega la vocación educadora como un verdadero ministerio apostólico, y a ejemplo de María, damos gracias a Dios por la oportunidad de servirle en este campo  y  proclamar su Reino  (cfr. CC1984, 96; CC2008, 104).

María anima, guía y protege nuestra misión educativa. (cfr. CC2008, 95).

 

 7. Educamos con el ejemplo.- Estamos convencidos de que el testimonio de vida es la más eficaz y congruente forma de educar, por eso, procedemos de tal forma que los alumnos ven practicar las virtudes y obras de misericordia en el ser y quehacer de la vida escolar (cfr. CC1963, 176; CC2008, 98).

Educar más que con palabras, con obras y con verdad. (cfr.1R, 41).

 

8. Somos una fraternidad educativa.- Integramos la comunidad educativa, en un clima de fraternidad, alegría, respeto, amor y fe, para establecer auténticas relaciones humanas y participación activa en el proceso educativo (cfr.PCME, 45; EEGG, 98; MU, 190).

Nunca dejen solos a los alumnos. (cfr. CC1923, 310).

 

 9. Amamos y respetamos la naturaleza.- Procuramos crear en los centros educativos, una cultura ecológica mediante  la ciencia, el arte, la ética y la tecnología,  que favorezca el amor, respeto, cuidado y conservación de la naturaleza, reconociéndola como obra de Dios y casa del ser humano   (cfr. Gn 2, 1ss; Sal 8; EEGG 98).

 Loado seas mi Señor, con todas tus creaturas. (Cánt 3).

10.Educamos para la familia y la sociedad.- Formamos a nuestros educandos para que sean excelentes ciudadanos y forjadores de familias cristianas, a este fin debemos dedicar todas nuestras energías (cfr. BSDHPS, p.140).

La familia es fuente de los valores humanos

y la primera escuela de fe. (cfr. Aparecida, 302).

 

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